Fin de semana en el Salón del cómic de Barcelona, día 3
By laparca
El último día de estancia en Barcelona nos levantamos temprano. Había que asearse, preparar las bolsas, desayunar y entregar las llaves, que nos «echaban» del alberge a las 11 horas. La verdad es que no había ninguna gana de levantarse, que aunque nos acostásemos pronto el día anterior estábamos cansados.
Una vez en la cafetería del albergue pudimos probar lo que aprendimos el día anterior. Puede que para otra vez nos vaya bien, pero de momento, no tendremos que volver a utilizar este conocimiento (una putada, nos costó 3 puntos de experiencia adquirirlo :P).
Dejamos las maletas en el albergue, por suerte tienen un servicio de custodia, lo que nos vino muy bien, y nos fuimos a dar una vuelta, que habíamos quedado con unos amigos de riva y mori (creo que son gente que antes entraba en el irc de fanhunter). Estuvimos tomando unas cocacolas con ellos, contando batallitas y lo que cada uno sabía de los demás: que si estoy mayor, que si el reuma, que si ha este hace tiempo que no le veo, etc. Tras una amena charla se tuvieron que ir; ya se empezaba a hacer tarde.
Nosotros procedimos a darnos un paseo hasta que virc y peti diesen señales de vida, lo que nos hizo envidiarlas mucho, porque ellas sí podían levantarse más tarde (¡malditas! :P). Estuvimos dando el paseo por la misma avenida que utilizamos para ir a la fira y al cabo de un rato nos llamaron y quedamos en recogerlas en metro de Paral·lel. Una vez ahí, unos vientos de desorientación produjeron unas de las situaciones más raras que estos ojos habían visto: peti y virc no hacían más que dar vueltas, que si iban al semáforo, que si volvían y se metían al metro para pasar por debajo, volvían a salir y se iban al semáforo y así continuamente. Hasta que se decidieron por fin.
Juntos de nuevo, procedimos a buscar un sitio para comer, taréa complicada pues aún teniendo gran cantidad de lugares donde elegir, bob nos recordaba que seguía por ahí, así que tardamos mucho en elegir. Fuimos de local en loca, tratando de encontrar un precio asequible y unas cantidades razonables… Hasta que nos cansamos y nos metimos en el primero que encontramos que ya era hora.
Comimos bien, la verdad es que comparado con el lugar del día anterior fue muy bien. Pasamos el rato hablando y riéndonos del cartel del cuarto de baño, un texto indescifrable que creo iba dirijido a la persona encargada de la limpieza, pero es mucho suponer.
La chachara tocaba a su fin, pues teníamos que partir hacia el Prat 🙁 . Partimos hacia el metro y de ahí al cercanías. La verdad es que fue un viaje son incidentes, preguntas por ahí, preguntas por aquí y al final llegas a la vía que toca.
Una vez en el aeropuerto preocedimos a pasar el control, comprar unas revistas y esperar a pasar al avión. Grande fue nuestra sorpresa al ver que junto a nosotros se sentó el hermano de mori. Y más nos sorprendió los comics que nos dejó para leer; ahora ya sabemos que autor no volveremos a leer jamás; es lo que pasa cuando ves que se comercializan cómics que tienen peor argumento que las peores películas pornográficas…
Así termina la historia de nuestro periplo por tierras catalanas. La próxima será contar como virc consiguió sus firmas de Terry Moore.